Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Inventos e inventores
HISTORIA DE LOS INVENTOS
Fuente: Revista "Sucesos"
La Revolución Industrial - 4ª parte
El mundo de la máquina (continuación)
junto con el siglo XX nace un arte-industria que será espectáculo de masas, reflejo de su tiempo, elemento social de imprevisibles alcances: el cine. La fotografía, creada en la década del 30 del siglo pasado, por Daguerre y Niepce, hará realidad un fenómeno ya observado por Arquímedes y estudiado por Leonardo; en 1869 se inventará el celuloide, y en 1882, George Eastman lanzará la primera Kodak, convirtiendo el nuevo invento en hobby de multitudes.
Pero las figuras fijas en la placa adquirirán movimiento, vida y voz una vez que los hermanos Lumiére inventen el cinematógrafo y abran el camino para el cine sonoro, el cinemascope, el cinerama, la pantalla de 360° numerosas otras innovaciones que, sin duda alguna, aún vendrán. Y en el transcurso de apenas medio siglo, el cine se vuelve importante factor psicológico y social de toda la humanidad: es difícil pensar en otro invento que haya influido tan profundamente en nuestra vida, nuestros actos cotidianos, nuestra manera de pensar y ver el mundo.
A lo largo del siglo XIX y XX se multiplican vertiginosamente máquinas e inventos. Surgen herramientas cada vez más complejas y Perfectas: la sierra circular, el torno automático, el martillo neumático, fresadoras, cepilladoras, soldadoras... La agricultura también se mecaniza: sembradoras y segadoras mecánicas, tractores a bencina, incubadoras, máquinas para centrifugar y pasteurizar la leche, alambre de púas para delimitar los predios, frigoríficos y congeladoras hacen variar los sistemas de producción y distribución de los frutos del agro.
A la vida cotidiana se introducen incontables artefactos grandes y pequeños, de uso general o especializado: el ascensor, la pluma fuente, la plancha eléctrica, la lavadora, el refrigerador, el timbre eléctrico, el ventilador, la aspiradora, licuadoras, cerraduras de seguridad, cierres éclair, abrigos impermeables, encendedores, alfileres de gancho, productos cosméticos, fósforos, cigarrillos, cocina a gas, duchas, instalaciones de aire acondicionado... Por las calles circulan bicicletas y tranvías, las grandes ciudades cuentan con redes de trenes subterráneos, en los talleres aparecen máquinas de coser y de aplanchar, en las oficinas se multiplican las máquinas de escribir, y los dictáfonos, Edison inventa el fonógrafo, que más tarde se convertirá en gramófono y originará la grabadora de cinta magnetofónica...
En el campo médico, el siglo XIX confiere a la humanidad bendiciones sin cuento: la anestesia, la asepsia, la vacuna. Serán identificados los gérmenes que producen la tuberculosis, el tifus, la fiebre amarilla, la hidrofobia, la sífilis; y desde la aspirina hasta los antibióticos, cada día crecerá el arsenal de armas para derrotar las enfermedades. Los rayos X, la transfusión de sangre, nuevas técnicas quirúrgicas e incontables descubrimientos químicos permiten al hombre avanzar cada día más en la inmemorial batalla contra el dolor, el sufrimiento, la muerte.
CENTRAL SECUNDARIA de transformación.
La corriente se reduce al voltaje normal, mediante transformadores
de descenso
La química creará materiales sintéticos, que reemplacen a la seda, a la goma, al salitre natural, a los colorantes vegetales, al marfil Aparece el isopreno o caucho sintético, el celuloide, el rayón, el nylon, el perlón y numerosas otras fibras que son más hermosas, más resistentes, más durables que los textiles de origen vegetal o animal. La baquelita, el celofán, el vidrio de seguridad, una hoja de celuloide entre dos de vidrio anuncian la edad del plástico: al vocabulario se incorporan nuevas palabras, como orlón o terylén, la versátil materia artificial se introduce a la vida diaria en forma de botones, aparatos telefónicos, interruptores eléctricos, vajilla, cubierta de pisos y muebles, cuero sintético, zapatos, ropa, discos, cepillos, planchas aisladoras, pinturas...
Al mismo tiempo, la era electrónica transformará aún más la vida cotidiana. El oscilador de Hertz, la antena de Popov, los experimentos de Marconi con telegrafía inalámbrica harán que surja una nueva ciencia que ampliará cada vez más el alcance de nuestros sentidos, que nos dará la radio y el televisor, el radar y el microscopio electrónico, el radiotelescopio con su gigantesca antena en forma de telaraña abierta al universo. La radio, juguete de aficionados en sus comienzos, se convierte a partir de 1920 en red universal y medio de masas, en intangible elemento de unión que llega hasta la granja más lejana, hasta el villorrio más perdido. La celeridad de su difusión se repetirá, después de la Segunda Guerra Mundial, con la TV: la imagen reemplazará a la palabra escrita como vehículo cultural, preocupando cada vez más a sociólogos y otros eruditos.